ES IMPORTANTE LIMPIAR LOS OJOS DEL BEBE A DIARIO
En los primeros años de vida, los bebés producen mucha mucosidad en los ojos, por lo que debemos limpiarlos dos veces al día, por ejemplo, por la mañana nada más levantarse, y por la noche, después del baño. Si no realizamos una limpieza frecuente y correcta de los ojos del bebé, se acumularán residuos que actúan como caldo de cultivo para el desarrollo de gérmenes.
COMO LIMPIAR LOS OJOS A LOS BEBES
En primer lugar, y lo más importante, es que para la higiene ocular debemos emplear siempre soluciones estériles. Por eso, los remedios caseros como la infusión de manzanilla pueden no ser adecuados, ya que no son estériles por mucho tiempo, siendo un potencial caldo de cultivo de bacterias, que puede dar lugar a infecciones oculares si las aplicamos en el ojo.
Lo más práctico es emplear suero fisiológico estéril en monodosis de 5-10 mililitros, y en caso de sobrar algo de suero en la monodosis, cerrarla con su tapón y utilizarlo antes de 12 horas. Si empleamos frascos de suero fisiológico de mayor tamaño (50-100 ml), muchas veces no son estériles, por lo que tendríamos que cerciorarnos leyendo en el envase que son estériles. Además, cuando los abrimos dejan de ser estériles, por lo que debemos desechar todo el suero sobrante. Por todo esto, el formato en monodosis es la mejor opción.
También emplearemos gasas, si es posible, de tejido sin tejer, que son más suaves. No debemos usar algodón, ya que suelta pelitos que pueden irritar el ojo. Emplearemos una gasa para cada ojo, para evitar la posible transmisión de una infección de un ojo a otro.
Para cuando estamos fuera de casa, son muy prácticas las toallitas especialmente indicadas para la higiene ocular, estériles y de un sólo uso.
1. Si el bebé se despierta con los ojos cerrados, con las legañas secas en las pestañas: nunca debemos tratar de abrir el ojo en seco. Con la ayuda de una gasa impregnada en suero, o de una toallita ocular, iremos deshaciendo con paciencia los residuos secos de las pestañas, evitando que le entren dentro del ojo. El movimiento de limpieza será de dentro hacia afuera. En caso de entrar algo de residuo dentro del ojo, echaremos un chorrito de suero estéril en el globo ocular para retirarlo.
2. Para limpiar el globo ocular: Nunca intentaremos retirar las legañas en seco, ya que podemos dañar el ojo. Acostaremos al bebé boca arriba, pondremos el suero en vertical y apretaremos la monodosis para que caiga un chorrito de suero dentro del ojo. Inclinaremos lévemente la cabeza del bebé hacia fuera (no hacia la nariz), para que los restos no le caigan en el otro ojo. Podemos ayudarnos de una gasa para evitar que entre suero en el otro ojo. Un truquito muy sencillo, para que no le disguste la limpieza del ojo al bebé, es precalentar la monodosis pegándola a nuestro cuerpo unos minutos antes del lavado. Al no haber diferencia de temperatura, el bebé notará menos que le estamos limpiando los ojos.
Autor – Ruth Lucía Díaz Ramón